Como parte del Ciclo Promoción de la Salud y el Autocuidado, la Secretaría de Apoyo a la Docencia, a través de la Coordinación de Programas de Atención Diferenciada para Alumnos (Copadi), llevó a cabo la conferencia Cuando el Estrés se Vuelve mi Enemigo, impartida por la maestra Mariana Edith Rodríguez Lugo, del departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina, el pasado 30 de octubre en el Auditorio Sotero Prieto.

La maestra definió al estrés como el fenómeno de reacciones fisiológicas que en su conjunto van a preparar al organismo para la acción, respuestas corporales desarrolladas en tres etapas: alarma (combate o huida), resistencia o estrés saludable (busca una solución) y agotamiento (el cuerpo no se recupera y se encuentra en estrés permanente). "El estrés es amigable cuando se encuentra en un estado de resistencia porque activa a nuestro cuerpo para que solucionemos esos problemas que lo alarmaron; sin embargo, se vuelve un enemigo si estamos en agotamiento, pues surgen enfermedades psicosomáticas (dolor de cabeza, gastritis, acné, colitis, insomnio, diarrea)", explicó.

En la vida universitaria, el estrés es muy frecuente; sus factores causantes dependen de las experiencias, temperamentos y expectativas de cada individuo, por ejemplo, lazos familiares y noviazgos, momentos traumáticos (asaltos, pérdidas y muertes), problemas económicos y situaciones académicas (exámenes, exposiciones, temas difíciles, trabajos en equipo).

Cuando los universitarios conviven con un estrés no favorable, los principales síntomas son la postergación del trabajo, aislamiento, ausentismo y abandono de asignaturas, dormir para evadir responsabilidades, no expresar sentimientos ni emociones. El estrés puede agravarse y convertirse en algún trastorno (depresivo, de ansiedad generalizada, postraumático, obsesivo-compulsivo o adaptativo) que tiene que ser atendido por un médico.

"El primer paso para manejar adecuadamente el estrés es reconocer cómo se ejecutan esas reacciones de alarma en nuestro cuerpo", recomendó. Además, se debe sumar la salud física (ejercicio, dieta, descanso), relajación (pasatiempos, lecturas, música, juegos, masajes y respiración), relaciones interpersonales (grupos de apoyo y de confianza) y un mejor manejo del tiempo.

Para finalizar, la maestra Rodríguez propuso un ejercicio de atención plena y relajación a la audiencia mediante respiración profunda, y recordó que las puertas del departamento de Psiquiatría y Salud Mental están abiertas para otorgar servicios de psicoterapia y atención psiquiátrica.