El pasado 17 de octubre se realizó en nuestra facultad el Red Bull Pit Stop Challenge, en el que equipos de tres integrantes prueban su habilidad cambiando un neumático a un chasís oficial de Fórmula 1; como parte de este divertido reto, el piloto de la European Le Mans Series Memo Rojas Jr. ofreció una amena charla a los alumnos de la FI en el Auditorio Sotero Prieto.
La trayectoria deportiva del mayor ganador de carreras y títulos automovilísticos fuera de nuestro país inició a muy temprana edad, a los 10 años ya competía en el kartismo nacional, donde fue campeón y a los 16 participaba en categorías de iniciación en autos tipo fórmula. Memo recordó que de niño quería ser astronauta, inspirado por el primer mexicano que viajó al espacio, Rodolfo Neri Vela, pero cuando se subió a un go kart cambió ese sueño por el de ser piloto. "Fue muy importante que me la creí desde el principio, a pesar de la opinión de los demás que decían que estaba loco. Tomé decisiones de vida que a la vuelta de los años me sorprenden, por ejemplo, a los once estudiar francés, porque según yo iba a formar parte de una escudería francesa, y después italiano, porque decía que correría para Ferrari".
Rojas Jr. se hizo profesional a los 18 años cuando se integró a la Escudería Telmex, programa mexicano pionero en el desarrollo de pilotos. "Pertenecí a la primera generación, soy el único que queda de ese grupo y sigo compitiendo y ganando, soy el Rafa Márquez de las carreras de autos", comentó provocando sonrisas.
"Como deportista siempre vives al día; los deportes son muy fríos y si no entregas resultados rápido o no das el ancho vas para afuera. Como piloto, que siempre debe de manejar un auto al límite, estoy acostumbrado a trabajar bajo presión y mucho estrés", recalcó Rojas Jr.
¿Qué se necesita para ser piloto?, es una de las preguntas que con mayor frecuencia le hacen a Memo en redes sociales. Opina que, a diferencia de otros deportes, el automovilismo es muy difícil, se debe empezar en go karts y, si se es bueno, saltar a categorías superiores, y conseguir patrocinadores por lo costoso. "Mi familia era de clase media; aunque nunca me faltó nada, mi papá tenía un trabajo que no le permitía apoyarme en las carreras... me obligué a ser mejor con menos". Memo comparó su caso con el de los alumnos de la FI que participan en Formula SAE: "También se deben enfrentar a universidades extranjeras que llegan a las competencias con grandes presupuestos y patrocinadores y logran ganarles en la presentación de sus proyectos, lo cual es muy meritorio".
Además de preocuparse por la parte deportiva, Memo se tuvo que convertir en una especie de director comercial y gerente de marca para empezar a venderse a sí mismo y conseguir presupuestos altos, incluso de millones de dólares. "Hubo un momento que la parte deportiva ocupaba el 50 por ciento de mi tiempo, buscar y atender a los patrocinadores, la otra. El problema es, como cuando sales de la carrera y en los trabajos buscan alguien joven y con experiencia, romper esa barrera".
Al preguntarle por momentos que han marcado su carrera, recordó la muerte de varios amigos y compañeros en accidentes de pista. Visiblemente conmovido comentó que, a fin de cuentas, el automovilismo es un deporte peligroso y el mayor riesgo para un piloto es perder el respeto a su deporte: "El miedo puede llevarte a una fatalidad, pero bien controlado te ayuda a encontrar tus límites".
Al cuestionarlo sobre sus planes futuros, Memo respondió: "He tenido una carrera bastante larga y exitosa, he ganado 5 campeonatos mundiales de prototipos, 3 veces las 24 horas de Daytona y una de las 12 horas de Sebring; para completar la triple corona del automovilismo de resistencia, sólo me falta ganar las 24 horas de Le Mans, por eso llevo tres años en Europa, mi objetivo final es ganar esa carrera, ya que el único mexicano que ganó allá fue Ricardo Rodríguez en los años 60. Me gustaría de alguna manera seguir ligado a mi deporte y ayudar a los jóvenes que vienen detrás de mí".
