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Cultura y deportes
2022-09-21
Ser Batman y padre responsable... ¿Será?
El ponente invitó al público a Círculos de Reflexión para Hombres y a la exposición digital de Johan Bävman.
Por: M. Ed. Aurelio Pérez-Gómez
Fotografía: Jorge Estrada Ortiz
Comunicafi
Licenciado Óscar Iván Godínez Guzmán

El pasado 21 de septiembre, en el Auditorio Javier Barros Sierra, se llevó a cabo la plática Yo Soy Batman y Padre Corresponsable... ¿Será?, dictada por el licenciado Óscar Iván Godínez Guzmán del Programa Integral de Trabajo con Hombres de la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM (CIGU/PROITH), con la cual abrió el ciclo El Multiverso de la Masculinidad, organizado por la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la Facultad de Ingeniería (CINIG-FI).

La conferencia buscó crear un espacio de diálogo para que los varones y las personas que se identifican con el sexo masculino pudieran conocer y hablar sobre la forma de ejercer la paternidad (expectativas y roles), así como discutir sobre la corresponsabilidad, su significado, implicaciones y los obstáculos para su puesta en acción en la sociedad patriarcal que se vive.

El ponente informó que el PROITH es una apuesta institucional que reconoce la necesidad de incluir de manera transversal y focalizada a los universitarios en los esfuerzos para garantizar el derecho a la igualdad de género, entendiendo que su formación subjetiva, construida a partir de los mandatos de la masculinidad, está asociada con distintas modalidades de violencia, discriminación y desigualdad que se reproducen en el ámbito de la UNAM. Explicó que los estudios de género y masculinidad iniciaron en los años 50 y que sus principales campos han sido analizar a los hombres como sujetos genéricos y sus procesos socioculturales, el poder masculino y sus estructuras (androcéntricas y heterosexista), los sistemas de dominación y opresión, y el patriarcado.

Se refirió al activismo varonil, que comenzó hace 30 años en nuestro país con la creación de espacios de reflexión grupal sobre la masculinidad (malestar, salud, violencia, paternidad, sexualidad, diversidad y disidencia sexual), aclarando que ha tenido diferentes perspectivas y posturas: conservadora, mito-poético, gay, profeministas, evangélicos, cristiana o socialistas, las cuales pretenden formar una incipiente politización desde la sociedad civil y la academia, visibilizando el impacto del patriarcado y el machismo en la calidad de vida y el bienestar de los seres humanos.

El ponente planteó un ejercicio con supuestas preguntas de los alumnos sobre los motivos para abordar estos temas en la FI: "Soy de la Facultad de Ingeniería, ¿por qué tenemos que hablar de estos temas?, ¿podemos hablar de otros temas importantes para mi formación?, no soy papá, ¿por qué tenemos que hablar de paternidad?, ¿en qué nos beneficia hablar de las cuestiones de género y masculinidades?, ¿los hombres saben cuidar y cuidarse?, ¿qué cuidamos los hombres?, ¿ayudamos o nos corresponsabilizamos en casa?, y ¿qué entendemos por ser corresponsables?". En respuesta, enlistó los retos que los universitarios deberán trabajar: su resistencia a tocar estos temas, la percepción de que el género involucra únicamente a las mujeres, la agenda institucional con poco trabajo con hombres, la falta de acciones de sensibilización y formación en las masculinidades y la igualdad de género (romper con los contextos masculinizados en la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), y la dificultad de reconocer las barreras, limitantes, violencias y las desigualdades que viven las mujeres.

Describió las nociones que se deben considerar para deconstruir la masculinidad: no se trata de un hecho biológico ni de atributos propios; es un concepto relacional y dicotómico, histórico, contextual y simbólico; es un dispositivo de poder y opresión que estructura un orden social, genera costos e impactos para las mujeres y los mismos varones; la exigencia de ser más colaborativos y participativos en el hogar, de redefinir su papel en el espacio doméstico, distribuir el poder y las decisiones, cuestionar los privilegios y no ser machistas.

Indicó que los hombres son corresponsables de los trabajos de cuidado no remunerados, lo cual es complejo de asimilar porque han sido socializados para ser cuidados y no cuidadores. Las diferencias son muy marcadas porque son las mujeres quienes distribuyen su tiempo en el hogar, cuidado, crianza, doble o triple jornada laborar y sobrecarga mental; en cambio, el varón: "al ocio, el juego, redes sociales, esparcimiento y entretenimiento (sic)".

Concluyó que, al estudiar este tema, los hombres ganan una mejor calidad de vida, priorizan la salud física y mental, reducen las actividades de riesgo, el consumo de alcohol, drogas y sustancia psicotrópicas, disminuye la tensión en el hogar (la violencia masculina), mejoran la comunicación y el buen trato con quienes se relacionan, favorecen el contacto de las emociones y malestares, la autoestima y el desarrollo psicoemocional de "los hijos, las hijas y los hijes (sic), y que aprenden a responsabilizarse de sus actos y a generar empatía".

Finalmente, invitó a los presentes a los Círculos de Reflexión para Hombres en la UNAM, presencial los jueves de 15:00 a 17:00 horas (https://coordinaciongenero.unam.mx/avada_portfolio/circulos-de-reflexion-para-hombres-en-la-unam/) y a la exposición digital "Papás Suecos de Johan Bävman" (http://www.johanbavman.se/swedish-dads/).