Con gran entusiasmo y con el apoyo de la Academia de Música del Palacio de Minería, que preside el doctor Gerardo Suárez, se llevó a cabo un magno evento musical con la participación de la Orquesta de Cámara, los coros de las facultades de Derecho, Química, Ciencias e Ingeniería y el New Orleans Black Chorale en el Auditorio Sotero Prieto de la FI, el pasado 28 de agosto.

Esta fiesta musical comenzó desde la mañana con afinaciones y entonaciones. Antes del ensayo, los miembros del coro de Nueva Orleans ya habían impresionado a una treintena de estudiantes afuera del Sotero Prieto al practicar sus acentos. Mientras tanto, dentro del Auditorio todo era expectación y nerviosismo.

En punto de las doce, el maestro Óscar Herrera, director del Coro Ars Iovialis de la FI, le abrió las puertas al Black Chorale y a su director: John Ware, quien relató que su grupo, fundado en 1978, está conformado por doctores, profesores, y cantantes profesionales. "Somos un grupo voluntario que canta música espiritual de origen afroamericano, el primer tipo de música que cantó mi gente".

El evento fue abierto por los abogados vestidos con atuendos mexicanos y cantaron La Adelita. Luego, los químicos interpretaron Caminante de Mayab seguidos por los de Ciencias con una pieza de Mozart. El Coro Ars Iovialis entonó Hijo de la Luna y Gloria, parte de la Misa de coronación de Mozart.

Ahora le tocaba el turno al Black Chorale, que erizó la piel y conmovió hasta las lágrimas a muchos al demostrar su potencia de voz con las interpretaciones Get on Board y Great Day. Dicho tema, a decir de John Ware, es el camino hacia la libertad de la gente afroamericana.

Por último, el maestro Óscar Herrera resaltó que en un coro es fundamental trabajar en equipo, y un ejemplo lo dieron abogados, químicos, científicos, ingenieros y los invitados de Nueva Orleans en un solo coro para entonar nuevamente Gloria de Mozart. Esta interpretación fue el clímax y se llevó una larga ovación de pie.

El Sotero Prieto se convirtió en un hervidero de emociones al entonar, todos juntos, estudiantes, familiares, profesores y cantantes, el himno de la UNAM, que culminó con un poderoso Goya en el que participaron también los miembros del Black Chorale.

Aparte de la organización de un magno evento como el Encuentro de Coros, el maestro Óscar Herrera se da tiempo para impartir pláticas de apreciación musical, las cuales son una tradición en la FI desde el año 2000, cuando ofreció las primeras clases en grupos de Cultura y Comunicación. A la fecha, los estudiantes se han complacido al conocer más sobre los autores, las canciones más emblemáticas y el contexto donde nacieron.

Estas conferencias están enfocadas a los alumnos de recién ingreso para que se interesen y asistan a los ensayos abiertos de la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM) con motivo de su Temporada de Verano.

"Los alumnos han tenido una buena respuesta. Por ejemplo, el año pasado la OSM interpretó la 9ª Sinfonía de Beethoven y, como se dieron pláticas previas, asistieron cerca de 700 muchachos al ensayo abierto en la Sala Nezahualcóyotl", indicó el maestro Herrera.

En esta ocasión, habló sobre Réquiem y Tres arias (Cantadas por la ventana, mirando al Monte Ararat). del compositor armenio Tigran Mansurian: "Ambas detallan la identidad armenia y son obras maravillosas que se posicionaron en el plano internacional porque este año se conmemora el aniversario del genocidio armenio en la 1ª Guerra Mundial", señaló.

Asimismo, platicó sobre el origen del jazz y el blues con la polémica obra Porgy and Bess de George Gershwin, que pone de manifiesto el tema de la esclavitud y la discriminación racial. "El ritmo que trajeron los esclavos negros provenientes de África lo mezclaron con la cultura norteamericana, dando como resultado estos dos géneros", dijo el maestro Herrera.

Destacó que la OSM interpretó en su Temporada de Verano el Concierto para violín de Tchaikovsky, probablemente el concierto para violín más reconocido y querido internacionalmente.