Como ya es una tradición, la Fundación Ingeniero Víctor Manuel Luna Castillo y la Facultad de Ingeniería realizaron, el pasado 26 de octubre en la Sala de Consejo Técnico, la ceremonia de la decimocuarta entrega del Premio Víctor M. Luna Castillo, el cual reconoce a las mejores tesis de la carrera de Ingeniería Civil. El presídium fue integrado por la doctora María de la Consolación Luna Castro, representante de la Fundación; el doctor Carlos Escalante Sandoval, director de la Facultad de Ingeniería, y los maestros Gerardo Ruiz Solorio, secretario General, y Marco Tulio Mendoza Rosas, jefe de la División de Ingenierías Civil y Geomática (DICyG); mientras que los maestros Héctor Sanginés García y Héctor Javier Guzmán Olguín asistieron como miembros del jurado.

En su discurso, el doctor Escalante Sandoval agradeció a la Fundación por continuar con su apoyo a los estudiantes, lo cual honra a la DICyG, a sus egresados y, al mismo tiempo, a la FI. "Considero que este premio es un gran incentivo para nuestros alumnos. En esta edición se presentaron 17 trabajos, los cuales son un ejemplo de esmero, dedicación y de la gran calidad de los tesistas". Aclaró que los trabajos fueron evaluados a profundidad por el jurado, conformado por destacados profesores de la institución, a quienes felicitó de manera especial por tan difícil labor.

Por su parte, el maestro Mendoza Rosas también dio un agradecimiento a todos por su colaboración en este certamen. Destacó que estas tesis, en su conjunto, abordan todas y cada una de las áreas de conocimiento: estructuras, geotecnia, sistemas, transporte, planeación, construcción, hidráulica, sanitaria y ambiental, lo cual hizo muy enriquecedora esta edición y a la par dificultó el trabajo del jurado. Explicó que el factor común de estas investigaciones —además de su calidad técnica—, es su enfoque integral, parte esencial de la formación profesional de los egresados de la Facultad. "Son tesis, agregó, que trabajan tanto los aspectos técnicos y académicos, como su impacto social y su originalidad. Cubren todos los aspectos que un proyecto de ingeniería debe solventar para poder realmente tener un impacto en los problemas de la sociedad actual".

Finalmente, invitó a los tesistas a continuar con su formación y con sus investigaciones: "Son proyectos muy interesantes que los potenciarán tanto a ellos como a la ingeniería nacional. Esto es el principio de una vida profesional y espero que se conviertan en ingenieros de excelencia".

La doctora Luna Castro inició haciendo un reconocimiento a los maestros y funcionarios por su destacada participación en el certamen como jueces y coordinadores. Reconoció que estos últimos años han sido muy complicados: "Venimos de una pandemia, problemas sociales, económicos e incluso militares, los cuales nos han hecho darnos cuenta de la fragilidad de la vida y de las circunstancias que nos rodean. Por eso, retomar las enseñanzas del ingeniero Víctor Luna y de la Facultad es trascendental: transformar la desesperación, la frustración y la tristeza en esperanza, satisfacción, alegría, solidaridad, creatividad, disciplina y colaboración para enfrentar los nuevos retos que la vida nos plantea; puesto que la muerte o la desgracia no tienen la última palabra, sino el amor". Por último, solicitó a los presentes que se levantaran y entonaran un Goya.

El primer lugar fue para el ingeniero José Julián Díaz Constantino por su tesis Evaluación de la calidad de las aguas grises tratadas en filtros de separación por densidad y materiales de origen pétreo, elaborado parcialmente con elementos reutilizados en comunidades indígenas rurales de la cuenca hidrológica de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Asesorado por el maestro Rodrigo Takashi Sepúlveda Hirose.

Mediante una presentación vía zoom, el ganador afirmó que recibir de manos de la representante de la Fundación, de la máxima autoridad de la Facultad y otros funcionarios es un acto muy importante en su vida profesional: "Sobre todo, después de saber que los demás proyectos son de excelencia y fueron realizados por mis compañeros-colegas, egresados de nuestra casa de estudios; razón por la cual resulta un grandísimo honor recibir el primer puesto de esta edición".

Señaló que siempre tuvo el objetivo de hacer un trabajo de tesis que examinará una situación real: "Que me pudiera involucrar con alguna problemática de mi ciudad, San Cristóbal de Las Casas, en el estado de Chiapas". Externó su deseo de que premios como este, continúen fomentando la realización de tesis con compromiso social y que ayuden a los problemas reales de nuestro país.

Comunicó que cursa actualmente la maestría en ingeniería civil, opción ingeniería ambiental, (Maîtrise Professionnel en Génie Civil option Génie de L'environnement) en la Escuela Politécnica de la Universidad de Montreal, en Quebec, Canadá. "Hoy en día, curso el segundo semestre, y estoy analizando si hago un proyecto de investigación o una estancia profesional en alguna empresa de ingeniería canadiense, en donde sin duda trataré de adquirir experiencia en el tratamiento de aguas residuales o disposición de residuos sólidos. Mi tesis de licenciatura está directamente relacionada con esta maestría, pues trato de analizar el comportamiento de un sistema de tratamiento de aguas grises rudimentario".

Al final, comentó que haber estudiado en la Facultad de Ingeniería de la UNAM ha sido una de las etapas más significativas en su vida, es un recuerdo hermoso, un gran logro y su hogar durante seis años. "Es impresionante e inconmensurable todo lo que te otorga la Universidad a cambio de una aportación simbólica. Por ello, siempre la tendré en mi corazón, ya que desde mi niñez en Chiapas soñé con estudiar en la UNAM", concluyó.

El segundo lugar fue para el ingeniero Alejandro Oviedo Morales con su investigación Modelo del Teorema Fundamental del Cálculo, dirigida por el maestro José Antonio Fragoso Uroza, y el tercero, para los ingenieros Marco Antonio Cabanillas Ramírez y Mario Rodrigo Cervantes Sánchez con Propuesta para el manejo integral de los residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) en México, considerando el reciclaje para la recuperación de oro, asesorado por el doctor Luis Antonio García Villanueva. Los premiados recibieron un diploma, una medalla y un incentivo económico.