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Cultura y deportes
2022-11-22
Ingeniería en México Posrevolucionario
Desde hace 230 años, la Facultad de Ingeniería ha experimentado diversas transformaciones.
Por: Diana Baca Sánchez
Fotografía: Eduardo Martínez Cuautle
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Maestro Víctor Rivera Romay

En el marco de los festejos por el 230 aniversario de la Facultad de Ingeniería (FI), el maestro Víctor Rivera Romay, jefe de la División de Educación Continua y a Distancia, participó en el ciclo La Historia de la FI con la conferencia Los Ingenieros en el México Posrevolucionario y la Fundación de la Universidad Nacional, el pasado 22 de noviembre en el Auditorio Sotero Prieto.

El conferencista inició trasladándonos al virreinato para ubicar el antecedente de la ahora FI: en esa época la principal actividad económica era la minería, la cual impulsó la creación de un organismo regulador que daría paso al Real Seminario de Minería en 1792, primera institución de su tipo en el continente americano; desde entonces han egresado 230 generaciones de profesionales comprometidos con la nación en resolver problemas técnicos y desarrollar herramientas para mejorar la infraestructura.

En 1811, continuó el ponente, el Real Seminario ocupó el Palacio de Minería (calle de Tacuba) y cambia su nombre, en 1825, a Colegio de Minería. En 1867, bajo el mandato del presidente Benito Juárez, se reorganiza la educación en el país y se da paso a la Escuela Nacional de Ingenieros y a nuevos planes de estudio que incluyen las carreras de Ingeniero Civil, de Minas, Mecánico, Electricista y, posteriormente, de Topógrafo, Hidrógrafo y Agrimensor.

El maestro Rivera dio un salto al 22 de septiembre de 1910 para recordar que, en el marco de la celebración por el centenario de la Independencia, el secretario de Instrucción Pública Justo Sierra decreta en esa fecha la creación de la Universidad Nacional, de la que la Escuela Nacional de Ingenieros formó parte central. Dos décadas más tarde, en 1930, modificó su nombre a Escuela Nacional de Ingeniería, mismo año en que Concepción de Mendizábal se convirtió en la primera mujer titulada como ingeniera.

El ponente destacó uno de los grandes logros de la institución nacida en 1792: la iniciativa del ingeniero Javier Barros Sierra para crear en 1957 la División de Estudios Superiores (actual Secretaría de Posgrado e Investigación), lo cual permitiría, que dos años después, la Escuela Nacional de Ingeniería elevara su rango a Facultad.

El desarrollo de México, concluyó el maestro Rivera, ha sido posible en gran medida gracias a la labor de cientos de generaciones de ingenieros mexicanos conscientes de su responsabilidad, que han dado lo mejor de su profesión para coadyuvar a la creación de un país más justo y organizado.