La agrupación musical masculina de tradición española de la FI, la Tuna de Ingeniería, se presentó el jueves 14 de mayo en el Auditorio Javier Barros Sierra. Para dar muestra de su talento, interpretó canciones clásicas como Muñequita linda e incorporó un nuevo repertorio.

El espectáculo no comenzó en el auditorio, sino en los pasillos del edificio principal; incluso en los pisos más elevados, se escuchaba sonar desde lejos los instrumentos y voces del singular conjunto invitando a la comunidad a unirse al concierto que despedía el semestre.

Los tunos hicieron gala de su buen humor al bromear por lo reducido del grupo, pues sólo participaron nueve integrantes que, sin olvidarse de sus deberes académicos, prefirieron la música para relajarse del estrés provocado por los exámenes finales: Larva, Chacal, Topo, Anaconda, Sanguijuela, Manatí, Picachú, Dromedario y, de recién ingreso, la Llama. Brindaron a salud de los ingenieros y de las materias en las que el resultado no fue el óptimo.

Al ritmo de "fiesta de la quebrada humahuaqueña para bailar" interpretaron el Popurri Andino y siguieron con la mexicanísima La bikina. De las piezas más divertidas, por ser un juego de doble sentido con acentos regionales, estuvo la Canción de los idiomas, en la que hacían un recorrido "por los países en los que se han presentado": Alemania, Rusia, Francia, Italia, Japón y el "Pueblo Paleta" hasta regresar a la Facultad.

Larva brindó nuevamente para rememar sus amoríos y, enseguida, las viriles voces dejaron salir toda la tristeza surgida de un mal de amor al cantar Lágrimas negras; expresaron su esperanza con Búscame, un exhorto a las féminas a tomar parte en una relación donde "amar es sonreír, es revivir, es no morir" y clamaron la alegría con Carvascosa.

Ya hacia el final, Pulpo, quien se encontraba entre los espectadores, se encargó de animar al público con aplausos. La Tuna se despidió con la emotiva canción Motivos dos, mientras Llama ondeaba al fondo la bandera de la agrupación.