Con motivo del 85 Aniversario de la Expropiación Petrolera, se llevó a cabo la Semana del Petróleo 2023, del 21 al 23 de marzo, donde se presentaron conferencias técnicas, concursos de conocimientos y una exposición, organizada por la Coordinación de la carrera, así como el Capítulo Estudiantil de la Society of Petroleum Engineers (SPE), la Sociedad de Alumnos de Ingeniería Petrolera (SAIP) y Club de Estudiantes del Colegio de Ingenieros Petroleros de México/UNAM (CECIPM).
En la inauguración, el doctor Enrique Alejandro González Torres, jefe de la División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra, en representación del doctor José Antonio Hernández Espriú, director de la Facultad, hizo un reconocimiento a las sociedades de alumnos y a la coordinadora de la carrera por la realización de este evento que convoca a grandes especialistas, profesores e investigadores de ingeniería petrolera: "Se podrán conocer las diferentes perspectivas y enfoques de análisis de este campo que juega un papel crucial para el país", expresó.
A continuación, el maestro de ceremonias José Alberto Chávez Garduño, profesor de la FI e ingeniero de Pemex Exploración y Producción, le dio la palabra a la maestra Berenice Anell Martínez Cabañas, coordinadora de Ingeniería Petrolera, quien agradeció el esfuerzo titánico de cada uno de los organizadores del evento y los felicitó: "son una muestra fehaciente de que el trabajo colaborativo es el camino para conseguir el éxito".
La conferencia inaugural: Proceso de Certificación y Cuantificación de Reservas en México, dictada por el maestro Víctor Juan López Hernández, director de Contratos y Asignaciones Marinas en la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), abordó los diferentes tipos de recursos en el subsuelo, de acuerdo a su certidumbre y comercialización, así como las metodologías que se han desarrollado para su control y catalogación.
El ponente precisó que los lineamientos y estándares para la Clasificación de Recursos y Reservas son definidos por el Sistema de Gestión de Recursos Petroleros (PRMS: Petroleum Resources Management System), que provee una metodología uniforme y proporciona un marco común para la estimación de las cantidades de petróleo y gas: descubiertas y no descubiertas, asociada con yacimientos, propiedades y proyectos.
Las reservas, detalló, tienen una importancia estratégica para cualquier empresa petrolera (respaldan el financiamiento a los proyectos) y se clasifican en tres tipos: posibles, probables (50 por ciento de certidumbre de ser recuperables) y probadas (90 por ciento). Además, su validez debe certificarse por organizaciones internacionales y especializadas que den certeza y consistencia a los datos y a los valores, para lo cual es esencial conocer los costos de operación, de mantenimiento y los precios actuales de cada producto.
Mencionó que también la producción de aceite y de gas de los campos debe validarse continuamente con mediciones a escala de pozo, con objeto de contar con los volúmenes de hidrocarburos a recuperar por cualquiera de los métodos —balance de material, simulación numérica o curva de declinación— y que para la evaluación de las reservas es fundamental llevar a cabo análisis económicos para establecer e identificar los límites de cada proyecto.
Hizo referencia a informes emitidos por 20 operadores sobre las reservas actuales mexicanas (la suma de las posibles, probables y probadas): aceite (16,688 millones de barriles), gas natural (30,014 miles de millones de pies cúbicos) y petróleo crudo (22,160 millones de barriles de petróleo crudo equivalente). "Hoy en día, la relación reserva-producción certificadas son de 26 años, lo cual nos coloca en el lugar 17 en el mundo", señaló.
Finalmente, enlistó los beneficios que conlleva la aplicación del proceso de certificación de reservas: obtener valores confiables de volúmenes originales y reservas de acuerdo con los estándares internacionales, impulsar políticas óptimas de extracción y desarrollo para formular proyectos de inversión con un mejor sustento, contar con información de reservas certificadas que garantizan el financiamiento, participar en los mercados internacionales con confiabilidad y dar elementos de soporte a la calificación del riesgo financiero.
