Como parte de una iniciativa interinstitucional con la Facultad de Psicología de la UNAM para promocionar la salud física y mental en la comunidad estudiantil, y en el marco del Programa de Atención para Depresión y Riesgo de Suicidio que opera Psicología y otras entidades universitarias, la Coordinación de Programas de Atención Diferenciada para Alumnos organizó el taller Hablemos del Suicidio: ¿Cómo Prevenirlo?, que impartieron el maestro Gabriel Soto y los profesores Oscar Hernández, Ecker Hernández y José Francisco Gómez, el pasado 22 de mayo en el aula J108 (Conjunto Sur de la Facultad de Ingeniería).
Los especialistas que dirigieron la actividad subrayaron la importancia de abordar este tema en espacios públicos, ya que se trata del primer paso para entender, detectar a tiempo y saber actuar ante esta problemática que arroja cifras inauditas:1 de cada 100 muertes a nivel mundial y en México es la cuarta causa entre jóvenes de 15 a 29 años.
Los talleristas comenzaron por aclarar que el suicido es un comportamiento (no una enfermedad ni un trastorno) que consiste en el acto deliberado de terminar con la propia vida y que siempre se lleva a cabo con la intención de aliviar un sufrimiento o dolor que la persona considera intolerable, inevitable e interminable.
Los ponentes subrayaron que, si bien el suicidio a menudo se vincula con trastornos como la depresión o la ansiedad, no es una condición indispensable y que muy pocas veces obedece a razones puramente internas; por el contrario, casi siempre está determinado por las condiciones o el contexto que afectan la calidad de vida de las personas en riesgo, quienes, antes de llegar al suicidio, conciben la idea de terminar con su vida, comienzan a pensar cómo, cuándo y dónde llevarlo a cabo, y realizan el intento o intentos que pueden no ser exitosos.
En una actividad de reflexión, los ponentes desmintieron algunos mitos comunes sobre este comportamiento, como el de que hablar de suicidio con una persona en riesgo la incite a llevarlo a cabo o el de que varios intentos sin lograrlo signifiquen que no quieren morir. Estas ideas resultan nocivas, pues implican desatender el problema pasando por alto evidentes señales de alerta.
¿Cómo prevenir el suicidio?A la pregunta ¿qué hacer si detecto que yo o alguien más estamos en riesgo de suicidio? los ponentes respondieron que el primer paso consiste en identificar las señales de alerta en lo que se piensa o se dice: por ejemplo, tener ideas de muerte, de hacerse daño o de desaparecer, considerarse una carga para los demás, así como sentirse extremadamente ansioso, agitado, lleno de ira, con un dolor insoportable emocional o físico, sin esperanza o razón para vivir.
Otras señales de alerta comunes son ciertos cambios en el comportamiento caracterizados por el descuido del aspecto personal, aislarse de los demás, comer o dormir muy poco o demasiado, regalar sus objetos queridos, escribir cartas de despedida, ponerse en situaciones de riesgo y el consumo inmoderado de alcohol o drogas.
El siguiente paso es preguntar claramente ¿cómo te sientes? y ¿has pensado en terminar tu vida? Tras lo cual, debemos escuchar con toda nuestra atención, mostrar interés sin dar opiniones no solicitadas y, sobre todo, evitar juicios. Un error común en esta etapa es restar importancia a los problemas de la persona en cuestión con frases como "todo va a estar bien" o "no pasa nada" u ofreciendo soluciones aparentemente sencillas.
Como último paso, es importante referir oportunamente a la persona con profesionales de la salud mental que puedan darle la atención requerida. A este respecto recomendaron tres tipos de intervenciones que han demostrado ser efectivas con base en evidencia científica: la terapia dialéctica-conductual, la evaluación y abordaje colaborativo para el manejo del riesgo de suicidio, y la terapia cognitivo conductual.
Recordaron a toda la comunidad universitaria que en caso de necesidad pueden acudir o referir a sus conocidos a Salud Mental UNAM en el sitio https://saludmental.unam.mx/, así como a la Coordinación de Centros de Formación y Servicios Psicológicos de la Facultad de Psicología.
