La Coordinación de Programas de Atención Diferenciada para Alumnos (Copadi) organizó la charla ¿Qué Onda con el Buentrato?, ¿Cómo lo Construyo?, a cargo de la licenciada en psicología Ruth Méndez Hernández, el pasado 23 de mayo en el Auditorio Sotero Prieto.
La conferencista inició subrayando la omisión de la palabra ‘buentrato ’ en la lengua española, a diferencia de maltrato, perfectamente definida como cualquier comportamiento violento que causa daño (bromas hirientes, críticas, descalificación y manipulación, o propiciar desigualdades sociales, estereotipos, discriminación y falta de equidad), que al presentarse en la cotidianidad deja de parecer grave y se normaliza, lo que ayuda a que crezcan las violencias.
La licenciada Méndez invitó a la audiencia a identificar condiciones de maltrato y las opciones de cambio ante ese comportamiento. Un primer paso para lograrlo es conocer y apropiarse del concepto buentrato, definido por la doctora Fina Sanz, especialista en psicoterapia, como una expresión de amor hacia la propia persona y las demás a través de la convivencia armoniosa y respetuosa basada en la equidad, sin estereotipos ni prejuicios de género, que implica un compromiso personal? (autocuidado), relacional (cuidados mutuos) y social (relaciones de igualdad).
Enseguida la ponente se refirió a los seis pilares que Fina Sanz establece en torno del buentrato: el reconocimiento de que cada ser es único, la interacción igualitaria, la empatía, la comunicación afectiva y efectiva, las relaciones a partir de sentimientos, la negociación en conflictos y la justicia social. Sugirió, asimismo, conocer la propuesta de Gary Chapman sobre los cinco lenguajes del amor, con el fin de identificar cómo expresar, dar y recibirlo: contacto físico, regalos, actos de servicio, tiempo de calidad y palabras de afirmación.
Para construir relaciones interpersonales desde el buentrato, abundó la ponente, se requiere de apertura, escucha activa, acuerdos ante el cambio, fluidez en el cambio y aceptación, y compartió ideas para generarlo en la esfera personal: reconocer las propias cualidades, emociones y áreas de oportunidad, asumir responsabilidad, proponerse objetivos y metas, y aceptar las redes de apoyo disponibles.
En cuanto a la dimensión relacional, subrayó la importancia de la aceptación previa de la capacidad emocional para afrontar los desacuerdos en la posible relación amorosa, así como de los objetivos en común, el respeto a la autonomía y la disposición a aprender de las equivocaciones. Destacó que en la amistad, el trabajo, la escuela y las relaciones vecinales son indispensables la sinceridad, lealtad, respeto, amabilidad, afecto e interés genuino, así como el seguimiento a las normas de convivencia, la comunicación asertiva, empatía, reconocimiento a las capacidades y diferencias, la priorización del diálogo y la mutua colaboración.
El buentrato, enfatizó, se transmite, se contagia con acciones y se cultiva al asumir el compromiso de mejorar en relación a uno mismo y a un vínculo: "Hay que preguntarnos con regularidad en qué aspectos podemos empezar a construirlo en nuestras vidas, ya que las relaciones de buentrato generan alegría, placer, salud, bienestar y seguridad e implican un esfuerzo por aprender y desaprender dinámicas que tenemos integradas, por lo que podemos considerarlas un regalo para disfrutar de una vida más plena", concluyó la conferencista.
