Ante los sorprendidos rostros de estudiantes que se encontraban en la Biblioteca Enrique Rivero Borrell el pasado 22 de agosto, el inadvertido Cuarteto de cuerdas de la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM) rompió el silencio con la interpretación del primer movimiento de Serenata Nocturna, de Vivaldi. Con esta amenización de su momento de estudio, el maestro Óscar Herrera lanzó una llamativa invitación al primer concierto didáctico del semestre 2024-1.
Además de disfrutar las agradables notas del programa, completado por Brindis, de la ópera La Traviata, de Giuseppe Verdi, y Lady Madonna, de los Beatles, aprendieron de las explicaciones que el apasionado experto, coordinador de coros y conciertos de la OSM, compartió entre cada pieza para hacerles la invitación a desafiar el estereotipo de que quienes estudian ingeniería son personas con desconocimiento e insensibilidad cultural; les mostró cómo la creación musical requiere de precisión matemática, y que las distintas áreas de conocimiento se pueden complementar.
Una vez instalados en el Auditorio Sotero Prieto, Ekaterine Martínez, Omar Álvarez (violín I y II), Omar Pérez (viola) y Luz del Carmen Águila (violoncello), comenzaron el concierto con Marcha turca, de Beethoven (base de la pieza electrónica The elephant never forgets, de Jean-Jacques Perrey y, ligeramente modificada, motivo musical de El chavo del 8) y con Canon en Re Mayor, de Johann Pachebel. El maestro Herrera explicó que un canon es similar a las funciones trigonométricas conocidas como periódicas, por la característica de repetir su valor en un determinado intervalo, o periodo.
El concierto continuó con Serenata, del prolífico compositor austriaco Franz Schubert, y el tema de Piratas del Caribe del alemán Klaus Badelt (casi trescientos años de diferencia en estilos musicales); del actor, cantante y compositor Carlos Gardel interpretaron el tango Por una cabeza, que ha musicalizado escenas de diversidad de películas como Tango Bar, Mentiras verdaderas y Perfume de mujer; del fundador de la Sociedad de Autores y Compositores Mexicanos Severiano Briseño ofrecieron El sinaloense, y de Beethoven Sonata Patética, cuyo ritmo más movido, al estilo del videojuego de baile Pump it up, hizo mover los pies según indicaban las pistas bajo las notas de la famosa tonada. Como encore (pieza adicional al repertorio), el púbico encendió su ánimo al escuchar Viva la vida, de Coldplay.
El maestro Herrera conminó a las y los estudiantes a acercarse a la OSM, que desde hace 45 años ofrece una amplia oferta de conciertos con temáticas diversas (mexicanas, decembrinas, día de Muertos, los Beatles, Carmina Burana), así como una temporada de verano y una presentación anual en el Auditorio Nacional. Recordó que la Facultad de Ingeniería cuenta con el coro Ars Iovialis, de trayectoria internacional, al cual se pueden unir en la División de Ciencias Sociales y Humanidades (planta baja del edificio A, conjunto norte).
