Como parte del ciclo de conferencias de autocuidado que organiza la Secretaría de Apoyo a la Docencia de la Facultad de Ingeniería y su Coordinación de Programas para la Atención Diferenciada, Copadi, la maestra Myriam Brito Domínguez impartió la conferencia Charlemos sobre Consentimiento Sexual, el pasado 6 de septiembre en el Auditorio Sotero Prieto.
La maestra Brito señaló que las relaciones amorosas, eróticas y sexuales son de poder, como queda de manifiesto en el uso de expresiones bélicas como "conquistar", "luchar", "soldado caído" o "en la guerra y el amor todo se vale", derivadas del amor romántico. Citando a Michel Foucault, destacó que las relaciones humanas implican poder, en tanto se nos enseña desde temprana edad a obedecer a quien se establece en una jerarquía superior, lo que lleva a posiciones desiguales de dominación y de sumisión, dependientes del género, color de piel, origen étnico, clase social y edad, ya sea en las estructuras escolares, familiares o legales.
El consentimiento sexual, supeditado a los ámbitos del deseo erótico, la sexualidad y las relaciones amorosas, se vuelve algo complejo ya que las relaciones de poder implicadas dificultan una libre elección y son propensas a desarrollar conductas violentas como la manipulación, insistencia o chantajes para conseguir que otra persona acceda: "Si consideramos las relaciones sexo-afectivas con perspectiva de género, notamos que existen mandatos extendidos, en los que se suele colocar a los hombres como quienes conquistan, toman la iniciativa e insisten, y a las mujeres en una posición pasiva y protectora en la que deben resistir los avances. Estas ideas restringen la libertad de actuación de las personas, así como su individualidad, y excluyen identidades de género no binarias".
Derivado de estos mandatos de género se torna problemático y confuso el consentimiento sexual, afirmó la ponente, pero es indispensable hacerlo para reducir la violencia en ese aspecto: "Necesitamos reflexionarlo desde nuestra propia persona, en nuestras relaciones amorosas, eróticas y sexuales, ya sean permanentes, temporales, formales o informales, por lo cual es recomendable abrir el diálogo en grupos de amistades, colegas de trabajo y familia, ya que el intercambio de ideas nutre las perspectivas individuales".
La experta recomendó el material realizado por la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM, en el que se especifica que el consentimiento siempre debe ser libre (voluntario, sin ningún tipo de presión o manipulación y en estado de lucidez), reversible (retirarse en cualquier momento sin sufrir consecuencias ni dar justificaciones), específico (para una práctica y persona concretas) y afirmativo (expresado de forma positiva, explícita y concordante, sin presuponerlo).
Como reflexión final, la maestra propuso responder las preguntas ¿me encuentro dentro de relaciones de poder?, ¿en qué lugar me encuentro o he estado?, ¿he insistido después obtener una negativa?, ¿disfruto "salirme con la mía"?, ¿tengo consideración de la otra persona cuando lo hago?, ¿he accedido a una actividad sexual aún sin pleno convencimiento? y ¿por qué me es complicado negarme?
