Con el fin de fomentar el bienestar y la salud mental de la población estudiantil de la Facultad de Ingeniería, la Coordinación de Programas de Atención Diferenciada para Alumnos (Copadi) organizó la conferencia ¿Estrés? Estrategias para manejarlo, que impartió la licenciada Ruth Méndez Hernández el pasado 8 de noviembre en el Auditorio Sotero Prieto.
La ponente comenzó por explicar que el estrés es una reacción natural del cuerpo, no siempre negativa, que consiste en la segregación de la hormona cortisol, generadora de la energía que nos permite ser productivos; sin embargo, un manejo incorrecto puede resultar en sufrimiento emocional, malestares psicosociales y actitudes destructivas.
Este tipo de estrés negativo —leve, moderado o alto— y sus síntomas pueden traducirse en dolores de cabeza o de espalda, e incluso padecimientos cardiacos. Para prevenirlo, la licenciada Méndez sugirió adquirir ciertos hábitos saludables básicos: hidratación y alimentación adecuadas, hacer ejercicio, cuidar la higiene del sueño y descansar; en caso de que ya nos esté afectando, lo primordial es reconocer los factores internos (pensamientos pesimistas) o externos (relaciones de pareja, familia, etc.), contextos (académico o laboral) o situaciones que lo producen.
La conferencista también se refirió a las formas de reaccionar ante el estrés, de acuerdo con la personalidad: la impulsiva lo hace con agresividad; la perfeccionista, con insatisfacción; la sensible, con vulnerabilidad, y la desconfiada, con paranoia. Como estrategias para manejarlo, recomendó educar nuestros pensamientos, cuidar con quiénes nos relacionamos, aceptar nuestras limitaciones, pedir ayuda en caso de necesitarla, aprender de nuestros errores, planificar y organizar nuestras ocupaciones distinguiendo las urgentes y las importantes, establecer metas racionales, administrar el uso de la tecnología, y aprovechar y disfrutar el tiempo libre.
Para cerrar la charla, la licenciada Méndez enfatizó en la importancia de manejar (no controlar) las emociones, prestando atención a nuestros propios cuerpos para identificar qué estamos sintiendo y, una vez que pase, expresarlas de manera asertiva (guardarlas daña) y recomendó ejercicios de concentración, la risa, la respiración diafragmática a cuatro tiempos, la relajación progresiva de Jacobson y la meditación. Como conclusión, dijo que para que todo lo anterior funcione es necesario trabajar en nosotros mismos, algo fundamental que requiere un compromiso diario para mejorar nuestra calidad de vida.
