El Centro de Docencia fue donde familiares, amigos y colegas del ingeniero Rodolfo Solís Ubaldo se reunieron, el pasado 19 de marzo, para reconocer el profesionalismo de cinco décadas en las que se desempeñó como docente, jefe de las divisiones de Ciencias Básicas (DCB), Ciencias Sociales y Humanidades e Ingenierías Civil y Geomática y secretario General de la Facultad de Ingeniería.
Asistieron sus colegas Heriberto de Jesús Aguilar Juárez, Fernando Sánchez Rodríguez, Pablo García y Colomé, Gabriel Alejandro Jaramillo Morales y Martín Bárcenas Escobar, entre otros, para compartir anécdotas de diversos momentos de su carrera docente y como funcionario, quienes reconocieron su actitud conciliadora al enfrentar numerosas problemáticas y lo felicitaron por la decisión de pasar más tiempo con su familia. Le agradecieron, en nombre de la DCB, su integridad, consistencia, paciencia, compromiso y disposición para brindar apoyo en sus aspiraciones de un mejor puesto o estudios en el extranjero, y por ser un referente de buenas prácticas académicas y un entrañable amigo con quien compartieron divertidas partidas de dominó e inolvidables pláticas sobre matemáticas.
El ingeniero Solís expresó su agradecimiento por esta reunión, "que no llamo homenaje, sino una mención que colegas y amigos hacen de mi labor". Aseguró que sus 50 años como docente, 31 de los cuales en un cargo administrativo, los procuró a la grandeza de la universidad al brindar calidad en la formación de sus egresados en pro del desarrollo del país. La DCB, señaló, tiene esa gran responsabilidad de dotar al alumnado de primer ingreso las bases de matemáticas, física y química, y también de capacitar a la plantilla docente con técnicas de enseñanza que promuevan el autoaprendizaje y con herramientas para afrontar los cambios generacionales, a fin de que la Facultad de Ingeniería se mantenga como una institución a la vanguardia. Afirmó que, si bien la jubilación "es un gran calambre mental y emocional", por el desprendimiento del lugar donde conoció a la mayoría de sus amistades, le emociona disfrutar de tiempo de calidad con su familia.
La maestra Hilda Solís Vivanco, coordinadora de la carrera de Ingeniería Industrial, expresó el amor que su padre le transmitió por la ingeniería, la universidad y la docencia, y aseguró que su legado queda en buenas manos: profesionales de gran calidad humana, con quienes, desde su infancia, pasaba horas en la FI. El homenaje finalizó con la entrega al ingeniero Solís Ubaldo de un reconocimiento y una placa conmemorativa por su notable trayectoria académica y administrativa de 50 años en la División de Ciencias Básicas y en la Facultad de Ingeniería.
