En el marco de la edición 2024 del festival de arte y ciencia El Aleph que organiza Cultura UNAM, dedicada a los Retos de la Inteligencia Artificial y Otras Inteligencias, el ingeniero Luis Sergio Valencia Castro, académico del departamento de Computación de la Facultad de Ingeniería, impartió la conferencia Inteligencia Artificial en los Videojuegos, en el auditorio Javier Barros Sierra, el pasado 13 de mayo.
La inteligencia artificial en los videojuegos, explicó el profesor, se presenta como un conjunto de algoritmos que utilizan técnicas de control, robótica y gráficos por computadora, cuyo objetivo es automatizar ciertos comportamientos de los elementos del juego y definir su respuesta a las entradas del usuario mediante el controlador. Destacó que una función importante es la de evitar que el sistema haga trampa valiéndose de la información que posee (lo que haría imposible vencerlo), pues debe existir un balance entre la dificultad y las mecánicas del juego para que sea divertido y no resulte frustrante.
A continuación, hizo un recuento de algunos proyectos que ha realizado la Facultad de Ingeniería en torno a este tema: desarrollo de un simulador para evaluar prácticas de manejo con cascos de realidad virtual, mediante la técnica de pathfinding y árboles de decisión, para definir el comportamiento de los otros vehículos y de los peatones (PAPIIT, 2015); la participación de la Sociedad de Desarrollo de Videojuegos con Octo Space (side-scroller) en el Concurso Nacional de Videojuegos, y la creación de Yeyolia Ixpuxtequi, basado en un demonio de la mitología mexica, así como un avatar virtual que utiliza procesamiento de lenguaje natural para interactuar con él.
Posteriormente habló de las herramientas basadas en algoritmos generativos —aquéllas que pueden crear contenido por sí mismas y tienen un gran potencial para mejorar y acelerar el flujo de trabajo— así como de las controversias que generan por el temor de que sustituyan a las personas en los roles creativos, lo cual desestimó, ya que en su estado actual se siguen requiriendo de profesionales que depuren los resultados obtenidos.
El ingeniero Arturo Pérez, profesor del área de computación gráfica, realizó una demostración de cómo estas herramientas permiten crear en pocos minutos una propuesta conceptual que de otro modo podría haber tomado meses: con ChatGPT obtuvo una narrativa con ambientación medieval; el texto resultante lo introdujo en Leonardo AI que arrojó las ilustraciones de referencia para los personajes, y con Skybox AI modeló en 3D a uno de ellos. Enfatizó en que este proceso no sustituye el papel de los artistas, cuya intervención da originalidad y calidad al producto final, y en que deben priorizarse las consideraciones éticas: su uso no debe limitarse a un simple copiar y pegar, sino como una manera de acelerar procesos con creatividad.
Mencionó que otra ‘área gris’ en torno al tema es la confidencialidad de datos, pues estas herramientas absorben toda la información que se les introduce y la vuelven de dominio público, resultando problemático desde la perspectiva de los derechos de autor y la seguridad en el caso de estar clasificada. El desarrollo de videojuegos, concluyó, puede ser tan divertido como jugarlos e implica una gran cantidad de conocimientos y creatividad por su carácter multidisciplinario que involucra muchas áreas (redes, seguridad, mecánicas de juego, infraestructura, inteligencia artificial), así como equipos narrativo, de artes visuales y música, entre otros equipos.