El pasado 5 de septiembre en el auditorio Javier Barros Sierra, la Facultad de Ingeniería (FI-UNAM) llevó a cabo el Encuentro de Ingeniería Geológica 2024, organizado por su División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra (DICT) y la Sociedad de Estudiantes de Ingeniería Geológica (SEIG), con la intención de que el alumnado conozca las innovaciones e interactúe con profesionistas y especialistas del sector público y privado de este campo.
La doctora Ana Paulina Gómora Figueroa, jefa de la DICT, inauguró el foro invitando al alumnado a participar en el debate: "La ingeniería geológica es fundamental en la comprensión del manejo de nuestro planeta y sus recursos; este evento permitirá reflexionar sobre los retos y oportunidades de esta ingeniería para atender las necesidades de la sociedad en un contexto global transformado; el intercambio de ideas es fundamental para comprender mejor el impacto de la docencia, la investigación y las prácticas".
Por su parte, Juan Esaú Cruz Rebolledo, presidente de la SEIG, aseguró que este foro propicia aprendizajes, la conexión con la comunidad geocientífica y la reflexión sobre el rol profesional, complementado así su formación. Agradeció a las autoridades de la Facultad las facilidades para organizarlo. "Disfrútenlo, es un espacio abierto de estudiantes para estudiantes".
Conferencia magistral: Hacia 2050En ExxonMobil Global Outlook: Our Vision to 2050, el doctor Javier Guzmán inició con una prospección: en 2050 habrá 2 billones de personas más, se requerirá energía para abastecer esta explosión poblacional, con un incremento en la renovable (solar y eólica), un alto porcentaje (54) de combustible y gas natural, la reducción de emisiones provenientes de la industria y el transporte comercial y tres factores clave determinarán la transición energética: las políticas, la tecnología y las soluciones impulsadas por el mercado.
La doctora Alma América Porres continuó la ponencia señalando que la energía es el núcleo del desarrollo al posibilitar inversiones, innovaciones y las nuevas industrias; sin embargo, advirtió, 675 millones de habitantes aún viven sin electricidad en el mundo. Tras explicar los escenarios energéticos y climáticos y casos de emisiones Net-Zero, aseguró que el contexto obliga a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, específicamente las actividades de exploración y producción, y a mitigar el impacto ambiental en la cadena de valor de hidrocarburos. Concluyó proponiendo establecer una matriz energética que defina una visión de futuro que plantee un equilibrio entre la energía fósil y renovable.
Conferencia magistral: Transición EnergéticaEn la segunda conferencia Límites Materiales de la Transición Energética, el doctor Luca Ferrari aseguró que la energía es la base de la civilización e involucra todos los aspectos de nuestra sociedad y diversas disciplinas bajo su propia visión: la ingeniería, la tecnología petrolera, minera y de fuentes renovables; la geología, la exploración y explotación, escasez de recursos no renovables; la ecología, el impacto sobre los ecosistemas y el cambio climático; las ciencias sociales, la geopolítica, desigualdades sociales y pobreza energética; las ciencias jurídicas, las regulaciones, el derecho y políticas públicas, y la economía, los mercados y el crecimiento del PIB. "La narrativa dominante sobre la transición energética dice que se debe sustituir el petróleo, gas y carbón con fuentes renovables por ser causantes del cambio climático, pero ¿esto es posible? ¿por qué no lo hicimos antes?", cuestionó.
Ante el consumo creciente, abundó el especialista, los combustibles fósiles seguirán dominando la matriz energética, pues las emisiones, el PIB y la huella ecológica están correlacionados, aunados a la desigualdad global (el 1 % de la población posee el 38 % de la riqueza). "En México, el 10 por ciento posee el 65, y tal disparidad está en las emisiones, porque los países más ricos (Europa Occidental y Estados Unidos) son responsables de casi el 50 por ciento de éstas", aseguró.
Explicó que las fuentes renovables tienen limitantes energéticas (su infraestructura se hace con combustibles fósiles), materiales (insuficientes elementos críticos para electrificar transporte y de espacio de almacenamiento), económicas (incremento del precio de elementos críticos) y socioambientales (ocupación territorial, impacto ambiental de la minería).
Para ejemplificar, mencionó algunas características de los autos eléctricos: se fabrican con derivados del petróleo, son inasequibles por materias primas que incrementan su valor, les hacen falta estaciones de recarga (su sostenibilidad implicaría aumentar 10 veces las electrolineras con respecto a las gasolineras), no representan una movilidad limpia sino hasta muchos miles de kilómetros, con la salvedad de que las baterías deben cambiarse cada 7 u 8 años y su invención busca reducir emisiones, pero sólo representan el 7 % global.
El doctor Ferrari indicó que se deben buscar soluciones considerando limitaciones de la oferta, impactos socioambientales y una mayor equidad, superar la visión economicista neoclásica que domina la planeación y una política energética orientada a disminuir el sobreconsumo de los sectores más ricos. "Tenemos que hacer un ejercicio de reflexión: ¿energía para qué y para quién? Debe haber una redistribución para tener una vida más digna", finalizó.