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Vida Académica
2025-03-08
Reconocimiento Sor Juana Inés 2025
La doctora Esther Segura Pérez recibió el galardón universitario por su destacada trayectoria académica.
Por: Elizabeth Avilés Alguera
Fotografía: Eduardo Martínez Cuautle
Comunicafi
Doctora Esther Segura Pérez

La doctora Esther Segura Pérez, jefa del Departamento de Ingeniería de Sistemas en el Posgrado, fue galardonada con la medalla Sor Juana Inés de la Cruz 2025, un reconocimiento que otorga la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a las académicas que destacan por sus contribuciones en las ciencias, las humanidades y el arte, en el marco del Día Internacional de la Mujer, y que este año, fue entregado a 92 universitarias en una ceremonia celebrada el pasado 6 de marzo en la Sala Miguel Covarrubias.

Para la doctora Segura, este reconocimiento, más que un diploma y una presea, es la materialización de una vida dedicada a la docencia e investigación. Su oficina, ubicada en el último piso del edificio de Posgrado, da testimonio de sus vínculos académicos y personales. Entre libros perfectamente acomodados en los estantes de su escritorio conviven pequeños obsequios que ha recibido en el transcurso del tiempo de sus estudiantes, sus "hijas e hijos académicos". Cada objeto cuenta una historia: la suya.

Un camino trazado entre números

"Toda mi vida académica ha girado en torno a la Universidad", expresa Esther Segura, académica en el área de Investigación de operaciones y estadística en el Departamento de Ingeniería Industrial, al hablar de su relación profunda y constante con la UNAM. Recuerda sus etapas recorridas desde el Colegio de Ciencias y Humanidades Sur hasta su estancia posdoctoral en el Instituto de Ingeniería, donde colaboró con la doctora Angélica Lozano en el grupo de Investigación en Logística y Transporte.

Su amor por las matemáticas la mantuvo en el dilema de elegir entre esa carrera o una ingeniería. Finalmente, se inclinó por la segunda. "La elegí porque es donde las matemáticas se concretan en algo con un fin práctico; la ingeniería aplica la ciencia para resolver problemas reales", explica. Así, obtuvo su título como ingeniera industrial en 2002. Luego, en 2004 concluyó sus estudios de maestría en Sistemas y, en 2011, de doctorado.

La docencia llegó a su vida en 2003 cuando fungió como ayudante de profesor, en 2008 recibió la invitación para integrarse a la planta académica de la Facultad de Ciencias y en 2011 ya formaba parte de la Facultad de Ingeniería, en el área de Investigación de operaciones y estadística. "Mis estudiantes son mis hijos académicos", dice con ternura. "Una los adopta y ellos a nosotros. No sólo somos sus tutores, muchas veces trasciende a una amistad".

Mujeres en ingeniería: retos y oportunidades

El camino para las mujeres en el campo profesional y en la ingeniería no ha sido sencillo y la doctora Segura lo sabe. Uno de los momentos que marcaron su trayectoria fue convertirse en madre. "La UNAM ha sido bondadosa y he podido ejercer tanto mi profesión como la maternidad", comparte. Aun así, armonizar ambos roles ha sido un reto constante: "Los tiempos siempre están regidos por la familia y, al mismo tiempo, la academia requiere exigencia".

Parte de su red de apoyo está conformada por sus hijas académicas. "Hay una compaginación natural con ellas", señala, destacando que muchas de las personas con las que ha colaborado en investigación y asesorías de tesis también son mujeres. "La Facultad de Ingeniería ha sido administrada históricamente por hombres, pero hoy en día, áreas como la Ingeniería Industrial muestran un mayor equilibrio de género", resalta. Es por ello que lanza un mensaje claro a las nuevas generaciones de ingenieras: "Habrá retos por vencer, pero siempre se puede. Apóyense unas a otras".

Mirada al futuro

Como jefa del Departamento de Ingeniería de Sistemas del Posgrado desde agosto de 2023, la doctora Segura trabaja en proyectos de gran impacto; uno en puerta, en colaboración con la Dirección General de Atención a la Salud de la UNAM, busca digitalizar los procesos hospitalarios. Actualmente, explica, los registros se hacen de forma manual, lo que limita el análisis de datos y la identificación de áreas de mejora. "La digitalización es crucial para avanzar", sentencia.

Al mismo tiempo se encuentra trabajando en otras investigaciones de sus estudiantes (sistemas de control, algoritmos de asignación y sistemas de recomendación) que buscan definir su trayectoria profesional. Para ella, la ingeniería no puede entenderse sin la colaboración con otras disciplinas y asevera que, ante los desafíos actuales en campos como la optimización de procesos, la logística y el análisis de datos se requiere un diálogo constante entre distintas áreas del conocimiento.

Más allá de la academia

Fuera de las aulas, Esther Segura encuentra en la literatura, el cine, el teatro y el tiempo en familia un refugio indispensable. Disfruta de la lectura de escritores como Benedetti e Ibargüengoitia, pero hay algo que ocupa un lugar especial en su vida: la música. Comenzó a tocar el violín desde la secundaria y cursó un ciclo propedéutico en la Facultad de Música de la UNAM. Balancear sus estudios musicales con la ingeniería también fue un gran desafío y finalmente optó por la segunda, sin abandonar del todo las partituras, un vínculo vivo cada que va a una sala de conciertos. "La música nos lleva a explorar otras áreas", comenta con nostalgia, recordando que, al igual que la ingeniería, exige disciplina, pasión y constancia.

Cuando se le pregunta cómo le gustaría ser recordada, Esther Segura no duda: "Como la profesora que impulsa a sus estudiantes, que los anima a crecer y desarrollar sus capacidades". Esa que asesora en la redacción de tesis y artículos, y que también les ayuda a confiar en sí mismos. El reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz a su trayectoria refuerza su compromiso con la academia, la docencia y el apoyo a futuras generaciones de ingenieras e ingenieros.