La División de Ciencias Sociales y Humanidades, en su misión de acercar la cultura a los estudiantes de ingeniería, organizó un concierto didáctico de un ensamble de la Orquesta Sinfónica de Minería, con una doble presentación el 26 de octubre en el Auditorio Sotero Prieto al mediodía, y en el Barros Sierra por la tarde.

El ensamble, compuesto por dos violines, una viola, violoncelo, contrabajo, piano y percusiones, fue presentado por el maestro Óscar Herrera, quien recordó a los asistentes el orgullo que significa ser la única Facultad que puede preciarse de poseer un tesoro como lo es la OSM y les aconsejó que la juventud es el momento idóneo para aprovechar los conciertos de este magnífico conjunto.

El ensamble contó con la participación de excelentes músicos rusos, Vera Koulkova, Alexei Diordista y Vitali Roumanov, y esto motivó a incluir en el programa dos notables piezas de compositores soviéticos que mantuvieron al público quieto y atento hasta que llegó el momento de desatarse en aplausos.

La primera fue la Suite de ballet Carmen, una versión de la clásica ópera de Georges Bizet compuesta por Rodion Schedrin, cuya puesta en escena costó la censura a la gran bailarina recientemente fallecida Maya Mijáilovna Plisétskaya, por haberse considerado demasiado erótica para su tiempo.

Guiados por el primer violín de Vera Koulkova, el ensamble demostró que el ingenio no es sólo de los ingenieros al adaptar esta obra pensada para una orquesta grande y completa con siete instrumentos que supieron imprimirle el ímpetu, la tensión dramática y la armonía que requería cada una de sus trece partes.

La segunda pieza fue la Primera suite de jazz de Dimitri Shostakóvich, una obra en tres movimientos que significó una ruptura con el formalismo imperante durante el régimen de Stalin y que mantuvo igualmente expectante y emocionada a la audiencia.