Bajo la dirección del maestro Enrique Riodgoll, el Grupo de Teatro de la Facultad llenó de talento y reflexión el Auditorio Javier Barros Sierra al interpretar la obra Los fantoches del guatemalteco Carlos Solórzano, el pasado 3 de noviembre.

En el entendido de que un fantoche es una especie de títere de papel maché y pólvora fabricado de forma artesanal y grotesca para quemarlo durante el Sábado de Gloria junto con los Judas, en la obra aparecen como personajes el fantoche Joven, el que trabaja; la Mujer, la que ama; el Artista, el que sueña, el Cabezón, el que piensa; el Viejito, el que cuenta"; el Judas, el que calla y el que se queja;, el Viejo que hace los muñecos, y su Hija, quienes adoptan sus características en sus propios nombres.

Los fantoches es una alegoría a la vida misma, a la humanidad: reflejo del sentir y pensar humanos. En primera instancia, conviven en armonía, sin cuestionarse el porqué están guardados o qué es la caja en su pecho. Cada cierto tiempo, la Hija llega al almacén y elige a un fantoche al azar, que nunca regresa y con destino incierto, hasta que ven cómo queman al Judas, lo que les provoca temor y dudas: se dan cuenta de que la caja en su pecho es de pólvora y destinada para aniquilarlos. A partir de ahí, los muñecos ya no están conformes con el papel que les fue impuesto y se comienzan a preguntar entre ellos y al Viejo sobre su creación, destino y función, sin obtener respuestas satisfactorias.

En el reparto estuvieron Sharon Lizbeth Ortega Ramírez y Areli González Hernández (Mujer), David Chávez y Luis Ledezma Molina (Joven), Klaha Algora (Artista), Lucio Loencoeur (Cabezón), Ikki Jones (Viejito), Zyanya Ramírez Díaz y Alexandra Santos (Judas), Daniela Lovaco (Hija) y Daniel Gutiérrez Zúñiga (Viejo).

La presentación del Grupo forma parte de las actividades que la División de Ciencias Sociales y Humanidades organiza cada semestre para fomentar el gusto por las artes y coadyuvar a la formación integral del ingeniero. Cabe destacar que el maestro Enrique Riodgoll también dirigió la música, y Guillermo de la Cueva Escandón, la iluminación.