Dentro de los muros del Palacio de Minería no sólo hay salones, patios, pasillos, meteoritas o la escalera monumental. También se esconden recuerdos, historias detrás de cada obra, andanzas de los primeros ingenieros, ecos que no se apagan a través del tiempo, hay aprendizaje y sobre todo hay libros, muchos libros.

Año con año, el Palacio rinde homenaje a estos objetos que nos conducen a mundos desconocidos, que nos permiten descifrar el amor y el desamor, que nos recuerdan otras épocas y nos vislumbran horizontes.

Hoy nuevamente el Palacio de Minería está de fiesta, pues quedó inaugurada la XXXVI Feria Internacional del Libro.

Las letras se dan cita

Del 18 de febrero al 2 de marzo el Palacio de Minería cobrará vida con los amantes de la palabra que lo visitan, ya que las mil 507 actividades programadas prometen satisfacer a los ávidos lectores.

El primero en tomar la palabra en la ceremonia inaugural fue el anfitrión, doctor Carlos Escalante Sandoval, quien expresó el enorme gusto de haber asumido el día previo el cargo como Director de la Facultad de Ingeniería. Dijo que si bien la labor más importante de esta institución es formar excelentes ingenieros, no puede ser ajena a otra de las funciones sustantivas de la UNAM, la difusión y extensión de la cultura.

"La Feria del Libro es una de nuestras dos aportaciones, la otra es la Orquesta Sinfónica de Minería, dos motivos de legítimo orgullo para la Facultad y para nuestra Universidad", aseguró.

Agregó que muchas ferias se han inspirado en la del Palacio de Minería y proliferan hoy a lo largo y ancho del país, contribuyendo a la difusión del libro, la lectura, la educación y la cultura, en una época en la que la evolución de la tecnología y la economía han provocado fuertes cambios en la industria editorial: "Las ferias del libro contribuyen a paliar esa lamentable disminución y permiten que el público siga en contacto con los libros".

En su turno el ingeniero José Ignacio Echeverría, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, hizo un llamado a las autoridades a apoyar el conocimiento que ofrecen los libros, tal y como lo hace con la industria audiovisual y también a la sociedad civil a unirse en la lucha para recobrar la educación en nuestro país a través de la lectura y, en consecuencia, a través de los libros.

Destacable será la participación del estado invitado: Hidalgo. De acuerdo con su gobernador Francisco Olvera Ruiz, se exhibirán 420 títulos en los géneros de novela, cuento, ensayo y poesía. Además, se organizarán 84 presentaciones de libros, 9 charlas, 16 talleres y 2 conciertos. "Agradecemos esta oportunidad que nos brinda la UNAM y el Gobierno del Distrito Federal para mostrar un poco de nuestra cultura, nuestro arte y el progreso del estado", señaló el licenciado Olvera.

Emilio Chuayffet, Secretario de Educación Pública, y Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno del Distrito Federal, coincidieron que esta celebración es una de las más queridas por los capitalinos, pues les permite entrar en contacto con el conocimiento.

"Leer despierta los sentidos y la imaginación. Conduce al saber y a la reflexión. No sólo ayuda a conciliar el sueño, en especial nos enseña a soñar", declaró José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Por supuesto, los grandes recientemente fallecidos tendrán presencia en la fiesta, ya que se rendirá homenaje a las plumas de Luis Villoro, Julio Scherer, Gabriel García Márquez, Emmanuel Carballo, Vicente Leñero, Maruxa Vilalta, Gerardo Deniz y Arnaldo Córdova. "Todos estos autores estarán con nosotros", señaló el doctor José Narro.

En el presídium también estuvieron Jaime Valls Esponda, secretario general de la ANUIES; Enrique Fernández, director del IPN; Humberto Vargas Godoy y Tonatiuh Bravo, rectores de la Universidad Autónoma de Hidalgo y Guadalajara respectivamente; Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta; Fernando Macotela, director de la FILPM; y Enrique Balp, secretario de Servicios a la Comunidad de la UNAM.

De esta manera, la XXXVI Feria Internacional del Libro inicia sus actividades y el Palacio de Minería, anfitrión de la palabra escrita, recibirá con los brazos abiertos a niños, jóvenes y adultos lectores, soñadores.