Caminando de Bellas Artes al Palacio de Minería notas de guitarra flotaban en el aire, se trataba de una banda de rock que, asentada afuera de la librería de la UNAM, anunciaba con música de The Doors una esplendida Noche de Museos.

El pasado 18 de mayo fue una ocasión especial, pues el Palacio de Minería se unió a los más de 100 recintos que celebran el Día Internacional de los Museos, festejo que en nuestra ciudad duró hasta el 22 del mismo mes.

Para la jornada del miércoles, el Museo Manuel Tolsá mantuvo sus puertas abiertas y con entrada gratuita, por lo que los visitantes se empaparon de información sobre el arquitecto valenciano que construyó la primera casa de los ingenieros.

Ahí pudieron apreciar artículos de la colección de la Facultad de Ingeniería, tal como dibujos, documentos facsimilares y maquetas, y hasta interactuar con algunos elementos que se salen de la definición tradicional de museo y sosprenden con una leyenda de "Permitido tocar".

A continuación, en el Auditorio Bernardo Quintana la maestra Guadalupe Lozada relató amenamente la historia del Barrio Universitario en la plática El Barrio Universitario, un Paisaje Cultural en Transformación.

¿Quién iba a decir que cuando la Ciudad de México sólo se extendía hasta las calles de Eje Central e Izazaga los estudiantes universitarios de distintas carreras ya convivían como ahora lo hacen en el bello campus de C.U.?

Conforme la comunidad estudiantil fue creciendo las facultades se trasladaron de un edificio a otro. Así pues, mientras que en 1553 se inauguró la Universidad de México en la casa marcada con el número 2 de la actual calle de Moneda, para 1584 fue necesario comprar 4 solares atrás de donde ahora se ubica la Suprema Corte de Justicia.

Es hasta el siglo XVIII que surgen los Reales Colegios de Minería, Cirugía, Botánica y Bellas Artes, que luego, con la llegada del movimiento de Independencia, pasaron dificultades por ser la Universidad considerada una rémora del pasado colonial.

En los años siguientes, la institución fue objeto de múltiples reformas, cambios en los planes de estudio, requisitos para titulación e incluso clausurada. Sin embargo, de uno o de otro modo, las cátedras continuaron y se empezó a conformar un verdadero barrio universitario.

Es en 1905 cuando aparece un figura fundamental para la historia de la educación en México, Justo Sierra, quien provocó un efecto verdaderamente renovador y estableció la conformación de institutos científicos de enseñanza e investigación, por lo que se construyeron múltiples edificios destinados a albergar, por ejemplo, el Instituto Geológico Nacional, el Observatorio o la Escuela Nacional de Altos Estudios.

15 años más tarde José Vasconcelos se convierte en rector de la Universidad Nacional y consigo traer un nuevo escudo y un nuevo lema para ella, que, hasta la fecha, ostentamos orgullosos quienes formamos parte de la máxima casa de estudios.

Luego de obtener la autonomía, las diversas facultades y dependencias se encontraban dispersas en el Centro, que por esa circunstancia recibía el nombre de Barrio Universitario, rodeadas de hoteles, cafeterías, casas de huéspedes, talleres y palacios.

1950 marcó una nueva etapa para la UNAM, pues con la colocación de la primera piedra de la Facultad de Ciencias, el Pedregal de San Ángel pasó a ser el nuevo hogar de los universitarios y el máximo recinto cultural, científico, educativo y artístico de México.

"Pomposamente, y está muy bien, hoy le llamamos Ciudad Universitaria, como para quitarle el aire de suburbio, porque lo que siguió fue mucho mejor que un barrio, un lugar tan espléndido que está reconocido como Patrimonio Mundial", bromeó la ponente.

Uno de los grandes privilegios de presenciar la ponencia de la maestra Guadalupe Lozada fue ver fotos históricas que ha recopilado a lo largo de su carrera como investigadora, por lo que los recintos y personajes mencionados no se quedaron sólo en la imaginación.

Fin de semana en Minería

Como continuación de las actividades en el marco del Día Internacional de los Museos, el sábado 21 y domingo 22 de mayo, el Palacio de Minería ofreció sin costo ocho recorridos con guías especializados por los espacios más emblemáticos del edificio neoclásico. Escuchando anécdotas de personajes que visitaron o trabajaron en el Palacio, los que se dieron cita también aprovecharon el buen ver de los recintos para captar bellos recuerdos.

Cabe destacar que el mismo domingo a las 16:00 la cantante de ópera Nelly Saldaña y un dueto de cuerdas de la Orquesta de Cámara de Minería realizaron intervenciones musicales alternadas en el balcón de la Academia de Ingeniería, proyectando un efecto visual como si estuvieran volando.

La calle de Tacuba con su espléndida plaza Tolsá se inundó de una bella voz y armoniosos acordes para deleite del público que cada domingo visita el Centro Histórico de la Ciudad de México. Muchos curiosos y un turibús repleto se detuvieron ante un espectáculo poco como común. Así es Minería.