Dentro del Ciclo de Conferencias de la Promoción de la Salud y el Autocuidado que organiza la Secretaría de Apoyo a la Docencia a través de Copadi (Coordinación de Programas de Atención Diferenciada para Alumnos), la psicóloga María del Carmen Martínez impartió el 1 de septiembre en el Auditorio Sotero Prieto la charla ¿Beber Alcohol? Sí, Pero Con Responsabilidad, para informar a los estudiantes cómo pueden consumir bebidas embriagantes sin poner en riesgo su salud y derribar mitos en torno al tema.

Después de ofrecer un contexto sobre el alcohol de consumo humano o etanol a lo largo de diversas épocas y culturas, la maestra Martínez afirmó que se trata de un producto accesible y socialmente aceptado que puede consumirse sin producir efectos dañinos.

Explicó que según la frecuencia y cantidad de ingesta se habla de uso, abuso y dependencia. El primero es moderado y el más deseable; el segundo produce consecuencias negativas para el consumidor y su entorno, característico de los estudiantes y la población laboral, que ingieren una gran cantidad semanalmente y conlleva a la disminución del cumplimiento de obligaciones, a situaciones de riesgo y, problemas legales; la dependencia es el punto más alto en el que el cerebro se acostumbra a consumir la sustancia y al abandonarse hay malestares físicos.

Enseguida, realizó una dinámica para saber qué tanto conocimiento tienen sobre el alcohol: el metabolismo y factores que intervienen (nivel de agua y grasa de cada organismo), bebidas contraproducentes (café y energizantes), depresivo del sistema nervioso central y no estimulante (a pesar de la sensación de euforia), causante de mayores efectos y consecuencia en las mujeres y menores por el consumo de comida.

Advirtió que el consumo de etanol tiene consecuencias en todos los órganos, aumenta el riesgo de diversos tipos de cáncer, pancreatitis, presión arterial alta, depresión, sangrado estomacal, y trastornos del sueño, y reduce la capacidad de atención, rapidez mental y precisión.

Recomendó a los adolescentes beber máximo 2 o 3 copas por ocasión 2 veces por semana, quitarse la sed con agua antes de consumir alcohol, revisar que las bebidas no sean adulteradas, tomar una copa por hora y esperar 20 minutos entre cada una, alternar con agua, jugos o refresco y con otras actividades, como bailar y platicar, y procurar comer antes y durante la ingesta alcohólica.

María del Carmen Martínez Maraver se desempeña en la Dirección General de Servicios Médicos de la UNAM, donde ofrece consultas y talleres gratuitos a los estudiantes; asimismo es terapeuta en el Programa de detección temprana y prevención oportuna de alumnos que beben en exceso, de la Facultad de Medicina.