El Día de muertos llegó al Palacio de Minería el pasado 26 de octubre con una Noche de Museos llena de actividades para honrar las tradiciones mexicanas.

La velada inició a las 18:00 horas con la inauguración de la exposición de pintura Flores para mis Muertos, de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, conformada por una serie de obras temáticas especiales para este día, la cual podrá visitarse hasta el 6 de noviembre, de 10:00 a 18:00 horas.

"Como universitarios y como mexicanos disfrutamos de participar en los ritos de estas festividades", dijo el maestro Víctor Manuel Rivera Romay, jefe de la División de Educación Continua y a Distancia (DECDFI), al dar la bienvenida a los visitantes.

La coordinadora de la Asociación, Aracely Hernández, agradeció el espacio brindado y concordó con el maestro Víctor Rivera en lo importante qué es continuar y celebrar nuestras tradiciones. Además de disfrutar de las pinturas, los asistentes pudieron participar en un taller de pintura con la boca impartido por los artistas mismos.

Otra de las actividades, en el marco de la exposición Las Plantas Mexicanas, Historia Natural y Cultural a través del Agave .fue la conferencia Plantas, Viajes, Pinceles y Colores a cargo de Hilda Flores Olvera y Elvia Esparza Alvarado, académicas del Instituto de Biología UNAM, quienes compartieron con el público cómo y por qué se ha buscado conservar la flora por medio de dibujos, en nuestro país desde la Conquista.

Hilda Flores destacó que México es un país megadiverso por su gran número de especies de plantas y animales, se calcula que 1 de cada 10 especies del mundo está en nuestro territorio y, por increíble que parezca, aún falta mucho por explorar y descubrir. Conocer los recursos vegetales permite identificar su aprovechamiento, de la exploración botánica se obtienen muestras que si bien se conservan lamentablemente pierden algunas de sus propiedades, por lo que los dibujos pueden ser un valioso recurso.

Por su parte, Elvia Esparza, ilustradora científica, detalló cómo realiza su trabajo, desde las visitas al sitio de exploración o la observación del animal, pasando por el proceso de estudio y composición, hasta la publicación de los dibujos. Durante la explicación proyectó numerosas ilustraciones pasadas con las que pudo ejemplificar lo que relataba, lo que fue un auténtico deleite para el público.

Para finalizar la Noche, unas figuras encapuchadas aparecieron en el escenario del magnífico Salón de Actos. Se trataba de los coros Ars Iovialis y el de Alquimistas de las Facultades de Ingeniería y de Química, respectivamente, bajo la dirección del maestro Óscar Herrera, que presentaron una antología de obras que exponen la visión de varios compositores respecto a la muerte.

El programa estuvo compuesto por piezas como Ah! Se intorno a quest’ urna funesta de Christoph Willibald Gluck, Para la sepultura de Dulcinea de Rodolfo Halffter y Dios nunca muere de Macedonio Alcalá que los coros interpretaron con gran sentimiento dándole un cierre perfecto a esta Noche de Museos.