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Cultura y deportes
2017-03-30
Dramaturgia para reflexionar
Señorita Lisístrata o el canario en la jaula se presenta en el marco de HeforShe en la FI.
Por: Jorgé Estrada Ortíz
Fotografía: Jorge Estrada Ortíz
Comunicafi
Señorita Lisístrata

Un desfile de chicas bonitas de diferentes complexiones en hermosos vestidos entallados. Todas con una sonrisa falsa, con movimientos ensayados que realzan su hermosura o evidencian sus defectos. Entre brillos, cristales, canutillos y lentejuelas, estas mujeres jóvenes van diciendo a manera de coro griego lo que hicieron para llegar a este concurso.

Salen a relucir las madres dragón que se realizan y proyectan en las hijas: la vida y el glamur que no lograron lo buscan a costa de tener sexo con los patrocinadores, jueces, gente con influencias, inclusive, narcotraficantes.

La única manera de salir de la pobreza es con la belleza y la juventud, que hay que aprovechar antes de que se acabe. Llegar a un concurso de belleza cuyo ambiente es de feroz competencia, sin misericordia, donde todas tienen la misma oportunidad y se convierten en bellas depredadoras de uñas nacaradas y fauces pintadas de lipstick que te destrozarán sin el menor miramiento.

El gran final que todas desean llega, pero solo una podrá ganar. Una chica es coronada como Señorita Lisístrata o, para mayor internacionalización, Miss Lisístrata. El secreto es que todo está arreglado por el novio de la concursante, un narcotraficante. Después de todo cualquier ayuda sirve.

Se van a vivir a un lugar lleno de lujos, donde la ropa, comida y fiestas sobran. Ella como mujer-objeto, en especial tratándose de una reina de belleza, es un trofeo que se tiene que presumir, para eso fue comprada.

Un hermoso canario en su jaula de oro

Pero esta Miss no es igual a las otras, atrás de su belleza, las ropas, el maquillaje, la sonrisa tonta, piensa. Y un día decide que puede cambiar las cosas, la violencia, la muerte por la guerra entre narcotraficantes, bandas y policía que domina en su pequeño reino lleno de lujos.

Convoca a las mujeres del lugar para negar el sexo a los hombres y así detengan esta guerra. Al principio ganan, pero al final los machos furiosos se dan cuenta del plan y con lujo de violencia golpean y abusan de ellas. Luego de una violación masiva a la que ideó este ardid, la Señorita Lisístrata, muere bajo la misma violencia que ingenuamente trató de detener.

Señorita Lisístrata de Enrique Olmos de Ita nos corrobora que la mujer sigue siendo un objeto: se vende y se trafica; es sólo un cuerpo al que se le viste y se le llena de joyas y operaciones estéticas. Sirve para presumir como un trofeo. Es una Barbie de colección.

Plasma la realidad de que los únicos bienes de estas mujeres para poder ascender y salir de la pobreza son su cuerpo, belleza y juventud. La Otra es su enemiga y hay que destruirla por ser un peligro.

La obra nos muestra como la ignorancia y la baja escolaridad las lleva a esto; pone el dedo en la llaga: para poder dejar de ser carne de cañón en esta sociedad que hierve de violencia y víctima histórica del Hombre se requiere educación.

Señorita Lisístrata de Enrique Olmos de Ita se representó con el Grupo La Piña y la Manzana, bajo la dirección de Alejandro Ruvalcava, en el auditorio Javier Barros Sierra.