¿Cómo podemos apoyar a los alumnos sin perder de vista los objetivos del curso?
Sería una buena práctica que el profesor, que esté interesado en interactuar con sus alumnos, ceda un espacio dentro de su horario de clase (que no le lleve más de 10 minutos) para que los jóvenes compartan algunas vivencias, al mismo tiempo esto nos permite ver el interés que despierta en el docente el bienestar de los alumnos, lo hace ser empático con ellos, establece un vínculo de comunicación y hay un tiempo de relajación.
¿Quién debe detectar estos estados de ánimo: la propia persona, cualquier docente o un especialista?
Tratándose de adultos es muy probable que la propia persona los pueda identificar y este es el primer paso para hacerles frente y distinguir cuáles son los conflictos que le provocan estos estados de ánimo y en caso que no pueda lidiar con esas emociones debe acudir con un especialista para que sea quien valore la situación. Una forma de trabajarlo es con ejercicios de respiración, relajación y llevando a cabo una actividad física y distinguir si la amenaza es real o imaginaria.
¿Cómo podemos protegernos para evitar caer en ansiedad o depresión?
Desafortunadamente, no hay algo tangible con lo que nos podamos proteger, ya que son varias las causas que provocan dichos estados emocionales y también cada persona reacciona diferente ante un mismo estímulo, tanto externo como interno. Un primer paso es reconocer en nosotros cuáles son las situaciones que nos provocan estos estados para poder evitar lo que esté en nuestras manos. Por ejemplo, si yo he notado que escuchar noticias negativas sobre el COVID me provoca ansiedad, entonces evitaré escucharlas.